Daños estéticos en seguros: ¿por qué puedes quedarte sin reparar tu casa?

La mayoría de los asegurados descubre esta cobertura cuando ya es demasiado tarde.

El problema que descubres tras el siniestro

Cuando llamas a tu aseguradora después de un incendio o un siniestro grande por agua, esperas que te cubran todo lo necesario para volver a tener tu casa como antes. Pero entonces aparece una frase que no esperabas: «Esos son daños estéticos, y su cobertura para ese concepto es limitada».

Tu seguro, en realidad, funciona con dos mundos separados. Los daños directos (lo que se quema, moja o rompe) tienen una cobertura generosa. Los daños estéticos (lo que hay que arreglar para que todo quede uniforme) tienen una partida propia, y suele ser ridículamente baja.

Parqué de diferente color

La pesadilla del parqué desigual

Te pongo un ejemplo que vemos constantemente. Has sufrido un incendio. Y existe afectación por agua de apagado de bomberos. Algo muy común. Numerosos asegurados desconocen que, además del hollín y la llama directa, el agua constituye uno de los factores principales que provocan daños en un incendio. Ha dañado el parqué de tu salón. Las tablas deformadas hay que cambiarlas, eso está claro. El recibidor está adyacente, es un continuo de este suelo más allá de las puertas. Pero cuando terminen, tendrás el salón con un tono de madera y el hall con otro: el parqué nuevo, brillante y el viejo ya oscurecido.

Tenemos un problema.

El parqué no dañado funciona perfectamente. Pisa igual, aísla igual. Técnicamente no está roto. Pero vivir viendo eso todos los días es imposible. Cambiar el suelo del recibidor para igualar el color es lo que las aseguradoras llaman «daño estético».

Y aquí viene el problema: cambiar el parqué completo de un recibidor medio cuesta entre 1200 y 2500 euros, depende de la calidad de la madera. En ocasiones, se salva con un acuchillado e igualación de color, pero a veces no es posible por diferentes razones. Si tu cobertura estética es de 600 euros, como es habitual en pólizas modestas, los otros 1900 euros salen de tu cuenta corriente.

Cuando la culpa es de otro, el problema es tuyo

La situación se vuelve especialmente frustrante cuando el daño lo causa un tercero. Su seguro de responsabilidad civil pagará religiosamente todos los daños directos, pero existe una regla inflexible: los seguros de RC (responsabilidad civil) nunca cubren daños estéticos. Una de las razones por las que desde Suteak recomendamos siempre trabajar en siniestro con tu seguro de hogar y que este ejecute el recobro al causante.

Significa que puedes sufrir una inundación debido al incendio del vecino, reparar con una empresa de confianza, adjuntar factura por 18.000 euros y ser indemnizado con 15.000 euros de su seguro por los daños directos. Ahí habrá que reclamar a tu propio seguro los 3.000 euros necesarios para los trabajos de igualación estética. Si tu cobertura estética es de 1.000 euros, pagas 2.000 euros de tu bolsillo por un siniestro que no causaste.

El peligro real: cuando todo se tuerce

Pero hay algo peor que pagar de tu bolsillo. Si los daños estéticos superan significativamente tu cobertura, algunas aseguradoras toman una decisión drástica: en lugar de reparar, deciden indemnizar en dinero y lavarse las manos. Sobre todo, si te atienden por responsabilidad civil. Ojo, es legal, la Ley de Contrato de Seguro de 1980 permite hacer esto.

Te dan una cantidad que raramente cubre el coste real de dejar la vivienda en condiciones habitables normales; usan baremos propios a precios muy inferiores a mercado. El resultado es devastador: te quedas con una casa a medio reparar, una indemnización insuficiente y la obligación de pagar miles de euros de diferencia.

Casos que se repiten cada semana

En nuestro despacho vemos constantemente la misma historia. Incendios que generan 8000 euros de daños directos y 3.500 euros de estéticos. El asegurado tiene una cobertura estética de 1.200 euros y acaba pagando 2.300 euros de su patrimonio personal. O directamente se pasa a indemnización, al ser imposible reparar con esos límites: te pagan 9.200 euros y se terminó.

Los problemas aparecen sistemáticamente con suelos que hay que completar por uniformidad, paredes no dañadas que hay que repintar para que la habitación no quede con cuatro colores diferentes, o alicatados que requieren continuidad visual.

¿Cómo saber si estás en riesgo?

La información está en tu póliza, pero bien escondida. En la sección de sumas aseguradas debe aparecer una línea específica: «daños estéticos», o «reparaciones estéticas». Si no aparece esa línea, tienes cero euros de cobertura. Si aparece, pero la cifra es inferior a 3.000 euros, estás en zona de peligro. Por debajo de 1.000 € es casi testimonial.

La realidad es que ampliar esta cobertura cuesta muy poco dinero, normalmente entre 15 y 30 euros al año. Pero nadie te lo va a ofrecer espontáneamente.

¿Has sufrido un siniestro y te han negado parte de la indemnización por «daños estéticos»? No lo aceptes. En Suteak sabemos exactamente cómo reclamar cada euro que te corresponde.

No esperes más

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