Zona de carga segura

Prevención de incendios en dispositivos electrónicos

La proliferación de dispositivos electrónicos portátiles en hogares es una realidad que nos rodea. Pero hay un riesgo que a menudo se ignora: los incendios causados por baterías de litio durante la carga. De vez en cuando, los expertos en investigación de incendios registramos accidentes causados por el sobrecalentamiento de patinetes, móviles o tabletas que se dejaron cargando sin vigilancia.

El problema silencioso de las cargas nocturnas

Muchas personas cargan sus dispositivos electrónicos en dormitorios, sobre textiles inflamables o cerca de materiales combustibles. Esta práctica común supone un riesgo significativo, especialmente cuando los aparatos permanecen conectados durante horas, superando el tiempo necesario para completar la carga.

Las baterías de litio

El fuego de baterías de litio es especialmente problemático y tiene características muy específicas: Reacción en cadena térmica (thermal runaway).

No vamos a decir que este tipo de incendio sea frecuente, porque no es así. La frecuencia es baja. Pero es muy peligroso. Una vez que se inicia el proceso de sobrecalentamiento de la batería, puede alcanzar temperaturas de 500-1000 grados Celsius y no requiere oxígeno externo, dado que la reacción química se lleva a cabo en el interior de las celdas, lo que dificulta su extinción. Su llama es blanca o amarillenta y muy brillante. Genera humo denso, negro y extremadamente tóxico (gases de fluoruro de hidrógeno, monóxido de carbono, etc.) y a veces hay pequeñas explosiones o estallidos.

¿Por qué sucede esto? El sobrecalentamiento puede suceder por un cortocircuito interno causado por cargadores inadecuados o no homologados, golpes físicos sobre las celdas, baterías falsificadas de baja calidad, temperaturas ambientales muy altas o el desgaste natural que deteriora los separadores internos.

La solución: una zona periférica dedicada y cargadores de calidad

La prevención más eficaz consiste en establecer una zona específica para la carga de dispositivos electrónicos, alejada de áreas de descanso de la vivienda y rutas de evacuación. Esta área debe cumplir varios requisitos fundamentales:

Gestión inteligente de la carga: un sistema de alimentación eficiente que controle automáticamente el proceso de carga, evita el sobrecalentamiento y desconecta los dispositivos una vez completado el ciclo. Esta tecnología reduce drásticamente el riesgo de incidentes térmicos.

Detección precoz: Si se llega a la combustión, un detector de humos instalado en la zona de carga proporciona alerta temprana ante cualquier anomalía. En caso de incendio, cada segundo cuenta, y la detección inmediata puede marcar la diferencia entre un incidente controlable y un siniestro mayor.

Ubicación estratégica: es fundamental que esta zona no obstaculice las vías de evacuación. Durante nuestras investigaciones de incendios, hemos constatado cómo el bloqueo de salidas agrava las consecuencias de cualquier siniestro.

Temperatura: Evita cargar las baterías a temperaturas superiores a 45 °C (el rango óptimo de carga suele ser de 10 °C a 30 °C). Guarda y utiliza las baterías lejos de fuentes de calor directo.

Medios para apagar: el agua en estos casos no sirve. Podrías sumergir el móvil en un cubo de agua y seguiría ardiendo. Lo mejor es disponer de un extintor de polvo ABC o BC o una manta ignífuga.

La primera línea de defensa

Disponer de una manta ignífuga en un lugar accesible, justo antes de acceder a la sala de carga, proporciona una herramienta inmediata para sofocar cualquier conato de incendio, especialmente útil para aislar el foco. No solo de un móvil. Este elemento de protección pasiva permite actuar en los primeros momentos críticos, sin necesidad de recurrir a extintores, que no siempre están a mano en nuestro hogar. Es un indispensable que debería estar siempre a mano. Con incendios en sartenes con aceite es especialmente efectivo.

Más allá de la prevención

Cuando la prevención falla, contar con profesionales especializados en investigación de incendios resulta esencial para determinar las causas, establecer responsabilidades y prevenir futuros incidentes. El análisis pericial técnico no solo esclarece el origen del siniestro, sino que proporciona información valiosa para mejorar los protocolos de seguridad.

Implementar una zona de carga segura es una inversión mínima que protege lo más valioso: vidas y patrimonio.

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